jueves, 15 de septiembre de 2016

Amigos

  Que porquería de tipo resultaste ser, a traición el muy cagón. Cuantas veces te quise explicar que fue ella la que me buscó ¿y yo qué iba a hacer? No es de hombre negarse a una mujer, sabés. Pero si te dije, poligriyo, esa piba estaba en oferta y tu orgullo no te dejó ver. Que soy un envidioso, que la bato de gavión y que si perdí que me curtiera. En todo caso lo hubieses tomado como un ajuste de cuentas por la plata que me cagaste con el negocio de los taxis. Estábamos a mano, cabrón, no tenías que llegar a esto. Ya sé, me vas a decir que lo de los taxis fue en venganza por la jugarreta que te hice con los burros, y yo te puedo batir que vos tiraste la primera piedra cuando me mandaste a pegar por la barra de Chicago. No tenés palabra, gallina. Habíamos acordado que la diferencia de colores no arruinaría la amistad, y no te bancaste la vuelta de Chaca en tu cancha.
   Pero con esto te pasaste de la raya, mal bicho. No es de compadrito andar resolviendo entuertos con veneno para ratas o la porquería que haya sido. Me chamuyaste como a un borrego con el verso de hacer tablas.
   ¡Cómo acepté esa copa viniendo de vos, canalla, si yo sabía que me la tenías junada!. Ahora me sacaron las fuerzas, algo me retuerce por dentro como se escurre un trapo. Miralos al Tuerca y a la Gringa, y al Cacique con el Panza, amigotes tuyos que se hacen los otarios y miran para otro lado. Me estoy yendo de a poco, ya casi no siento el cuerpo. La pucha, si al menos viniera esa famosa luz blanca o el túnel del final… pero ni eso, che. Todo se hace nube, pero te aseguro que de alguna manera me la voy a cobrar.  
 Fotoletraje 2015. Gracias a María Laura Vidal por ceder su foto.

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